Análisis de la Brava Winstar 150

Muchos encontraran en el Winstar otra ventaja como ser el gran despeje del suelo, algo no muy habitual en scooters y que se agradece al transitar por calles de lomos y cunetas generosas. Sobre el interior del escudo frontal contamos con el siempre práctico gancho para bolsas y con una guantera con cerradura, que ofrece la suficiente capacidad para llevar el celu y llaves, por ejemplo. Como crítica no tiene barandilla de retención para estos objetos.

Bien por el piso completamente plano que además de brindar comodidad para los pies ofrece la posibilidad de transportar algún bulto. Siguiendo con el espacio de carga, el hueco bajo asiento (que se destraba mediante el tambor de arranque) es capaz de alojar un casco del tipo integral y algunos objetos menores. Dicho asiento, forrado en una delicada cuerina ocre, ofrece comodidad para ambos ocupantes, gracias a un correcto tamaño y mullido. Los pedalines para el segundo de a bordo son retractiles.

Este scooter se actualizó manteniendo una propuesta joven y moderna siendo ahora el rodado en 16 pulgadas el rasgo más significativo de esta nueva versión. En cuanto a diseño muestras líneas frescas con detalles que lo realzan como ser el marco cromado del faro delantero y el aplique en el centro del frente bi-tono. Dicho grupo óptico principal recurre a la tecnología halógena al igual que el resto del sistema de iluminación. Los intermitentes integrados al pecho son de tulipa transparente y de un tamaño que los convierte en protagonistas del frente.

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